Macintosh: 37 años de historia que marcan una impronta en la informática

Más de tres décadas han pasado desde que el primer Macintosh vio la luz a manos de su propio creador Steve Jobs, exactamente el 24 de enero de 1984. Hace 37 años a este gran concepto de ordenador personal, se le incorporó lo mejor de lo que traía el primer equipo Apple.

Foto Referencial / Cortesía
Primera Macintosh / Foto Referencial / Cortesía

Este computador se estrenó un año después de LISA (otra de las creaciones previas), suponiendo que sería una gran versión mejorada, sencilla de llevar al entorno doméstico que podría tener un ordenador de esa época.

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El Macintosh no era considerado un computador económico. Cuando salió al mercado tenía un valor de 2495 dólares, un equivalente a unos 6000 dólares actualmente, según Smart Life. A este precio había que añadirle un costo de una unidad externa de disquete. Sin embargo, no era impedimento para que muchas familias lo tuvieran en sus hogares.

Tim Cook, considerado como el máximo responsable de Apple, expresó hace un par de años que Macintosh “cambió la forma en la que pensamos sobre los ordenadores y continuó cambiando al mundo”.

Aportaciones del Macintosh

Este equipo presentó un entorno de usuario gráfico, más intuitivo y fácil de manejar. Lo cual, era una necesidad en un mundo donde todos los ordenadores funcionaban mediante comandos.

Otras de las grandes aportaciones, se deben al atrevimiento de llevar el ratón al público. Un dispositivo que aunque no era común a pesar de haberse visto también en el LISA, se colocó debajo de la mano del usuario medio. Esta iniciativa, fue copiada posteriormente por otras empresas que perfeccionaron su utilización.

El primer equipo de la reconocida marca de la manzanita, entró a las oficinas de la gente para ser una útil herramienta, que a la postre cambiaría su entorno de trabajo. Esta es catalogada por los especialistas, como la mayor aportación.

Interior del equipo

Aunque su aparición causó gran asombro y en efecto cambió la manera de trabajar en muchas personas para la época, no todo eran beneficios. Pues, de acuerdo a lo reseñado por Hipertextual, el Macintosh tenía muchos fallos de diseño y cuando salió a la luz ciertas partes concernientes a su potencia, habían quedado “un tanto obsoletas”, algo que no era de extrañar por el veloz avance de la informática.

Sin embargo, la ingeniería detrás de este, -como de costumbre- supuso algo novedoso y atractivo, fruto del trabajo de algunos de los mejores ingenieros informáticos de la época.

El microprocesador era de la familia Motorola MC68000, de tecnología CICS, una incorporación atribuida a Smith luego de fabricar la placa en 1980. El 68000 aumentó la velocidad de 5 a 8MHZ (Mega Hertzios y no los Giga Hertzios actuales), con la capacidad máxima de admitir una pantalla de 384 x 256 píxeles.

Además, contaba con 128 kiB de memoria RAM, es decir 128 kibibytes y no kilobytes (0 Kb) a lo que se acostumbra actualmente. Esto le dio el primer nombre al Macintosh 128K.

El ordenador que se abrió para todo el mundo

Con su diseño “todo en uno” bajo una pantalla de nueve pulgadas, fue la mayor propuesta en los prototipos que incluía lo ya mencionado convirtiéndose en una gran herramienta cómoda de manejar y fácil de usar.

Por todo lo que este equipo significó, Macintosh se convirtió en un hito en la historia de los ordenadores personales. Aunque no fue el único en contribuir a que hoy cada persona tenga su equipo en casa, sí se le atribuye su valor como pionero en decirle al mundo que la informática no era solo para informáticos, sino para todo el mundo.

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