La COVID-19 prolongada es una enfermedad marcada por los síntomas persistentes que pueden afectar a múltiples partes del cuerpo humano y podría convertirse en una sintomatología crónica que afectará a millones de personas en el mundo.
Según estimaciones, la COVID-19 se ha convertido en una enfermedad crónica para decenas de pacientes. Los expertos desconocen hasta el momento cuáles son los síntomas ni por qué algunas personas lo padecen y otras no.
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Solo en Estados Unidos, la COVID-19 prolongada ha costado alrededor de 386.000 millones de salarios perdidos, ahorros y gastos médicos.
La enfermedad ha sido extremadamente costosas para las compañías estadounidenses y para las personas que lo padecen.
Por otro lado, los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos anunciaron un nuevo proyecto de 1.1500 millones de dólares para apoyar e impulsar una investigación sobre esta enfermedad por un periodo de cuatro años.
¿Qué sabemos de la COVID-19 prolongada?
De acuerdo con la definición de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), la COVID-19 prolongada se define como aquellos problemas de salud que duran cuatro semanas o más después de una infección con coronavirus.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) agrega a ese concepto que los síntomas todavía no se pueden explicar con un tratamiento alternativo.
Alrededor del 5% y 80% de las personas que se contagian con el virus padecen de COVID-19 prolongado. Además, la enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, sin importar su raza o etnia.
Asimismo, las personas asintomáticas o con síntomas leves pueden padecer de la COVID-19 prolongada, destacan los expertos de los CDC.
Los síntomas de la COVID-19 prolongada son:
- Dificultad para respirar
- Fatiga
- Problemas para dormir
- Tos y dolor de pecho
- Dolor de estómago
- Dolor de cabeza
- Taquicardia
- Hipertensión, dolor articular y muscular
- Sensación de tener agujas bajo la piel
- Fiebre, mareos, sarpullido, diarrea y cambios en el ciclo menstrual
- Diabetes de tipo 2
- Caída del cabello, sarpullidos, visión borrosa o doble
- Pérdida continuada del sentido del olfato o del gusto
- Problemas de salud mental
En este sentido, los pacientes también pueden presentar cambios de humor inexplicables, niebla cerebral o dificultad para pensar, problemas de memoria, dificultades con el lenguaje y la cognición en general, y trastorno de estrés postraumático (PTSD).
La OMS agrega que los síntomas pueden «aparecer y desaparecer» con el tiempo. Los científicos están trabajando en medicamentos que puedan tratar la COVID-19 prolongada.
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