Los investigadores han demostrado que los terneros pueden aprender dónde hacer sus necesidades. La investigación puede ayudar a reducir la contaminación del aire y crear granjas más abiertas y amigables con los animales.
Esto lo pusieron a prueba para reducir el impacto ambiental del amoníaco y el óxido nitroso en el estiércol de vaca.

De esta forma, los expertos pueden prevenir la acumulación y difusión de los residuos que producen amoníaco en el estiércol y la orina de los terneros.
A las pocas semanas, los investigadores habían entrenado a once de las dieciséis terneras de la granja que, sorprendentemente, mostraron un nivel de rendimiento comparable al de los niños y superior al de los niños muy pequeños.
El estudio fue liderado por investigadores del Instituto de Investigación de Biología de Animales de Granja (FBN) en Alemania y de la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda),
¿Qué sucede cuando los terneros logran hacer sus necesidades en el lugar correcto?
Para enseñar a los terneros a hacer sus necesidades, los estudiosos idearon el entrenamiento «MooLoo» que fundamentalmente consistía en recompensar a los terneros una vez que orinaban en la letrina y en lograr que asociasen el producido de orinar fuera de la letrina con una vivencia desagradable.
Researchers show that cows can be potty-trained. This «MooLoo» training reduces the impact of ammonia emissions released through cow waste by capturing it in a latrine. Read more in @CurrentBiology: https://t.co/Lek0IQn8tG @niebgnal pic.twitter.com/kkxdN505va
— Cell Press (@CellPressNews) September 13, 2021
Ahora que los estudiosos saben cómo realizar a las vacas para que hagan sus necesidades, anhelan transportar sus resultados a granjas reales y explotaciones ganaderas con el ánimo de que «en unos años cada una de las vacas vayan al baño», concluye Langbein.