Corte Supremo de Brasil avaló este jueves por mayoría que la vacuna contra la COVID-19 se aplique de manera obligatoria y permita que los estados impongan sanciones para los ciudadanos que no lo hagan.
Aunque consideran que no es llevar a la población a la fuerza para vacunarse, si impusieron unas «medidas indirectas» para fomentar la inmunización.
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Brasil
Esta decisión tomada por la Corte Suprema de este país va en contra de los argumentos explicados por el presidente, Jair Bolsonaro, quien aseveró que no se vacunará ante el virus. «No voy a obligarle a usted a tomar la vacuna porque yo soy responsable».
La corte autorizó a los gobiernos regionales y municipales castigar con sanciones a los individuos que no se vacunen contra el virus. Alguna de las penalidades que pudieran recibir los ciudadanos, será prohibir ejercer determinadas actividades o impidiéndoles acceder a ciertos beneficios sociales.
Sin embargo, Bolsonaro consideró que el Supremo «no necesitaba» pronunciarse sobre este asunto y, a su juicio, tomó una medida precipitada.
«Aquí no es Venezuela, no es Cuba»
El jefe de Estado insistió en que tomar la vacuna es «responsabilidad» de cada uno de los ciudadanos porque «estamos en una democracia».
«Aquí no es Venezuela, no es Cuba», comentó.