En un lapso de “tres meses” la biofarmacéutica china Sinovac, espera tener lista una nueva versión de su vacuna contra la COVID-19 (Coronavac) adaptada a la variante ómicron.

La empresa tiene como aliado al Instituto Butantan de Sao Paulo, para producir la vacuna en el territorio brasileño, según informó la vicepresidenta del reconocido laboratorio, Yaling Hu.
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“El desarrollo de la vacuna contra la cepa ómicron será concluido en tres meses. Todo con una capacidad de producción de entre 1.000 millones y 1.500 millones de dosis por año”. Así lo dio a conocer la ejecutiva quien también conforma el grupo de especialista de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A través de experimentos en laboratorio, el proceso incluirá una evaluación para medir su eficacia y luego probarse en humanos de diferentes edades.
“En la primera evaluación queremos aislar el virus y hacer un test de anticuerpos neutralizantes. Incluyendo diferentes cronogramas de inmunización”, dijo en conferencia Hu, según medios internacionales.
Sinovac y Pfizer dan paso al frente ante la variante ómicron
Por su parte, diversos exámenes en placas de laboratorio con muestras de 12 personas completamente vacunadas con la dosis de Pfizer, mostraron que la variante ómicron podía evadir la protección inmunológica construida por la vacuna, pero no completamente.
“Hay una caída muy grande en la neutralización de ómicron por la inmunidad BNT162b2 [Pfizer / BioNTech] en relación con el virus ancestral”, publicó en su cuenta de Twitter, Alex Sigal.
En entrevista con CNN, el referido especialista indicó que el hallazgo es una “noticia positiva”, pues esperaban resultados desalentadores.
Los análisis obedecen a un primer experimento que analiza completamente el comportamiento de la variante en las personas vacunadas.
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