El aislamiento social se ha aplicado a nivel mundial para contener la propagación de la COVID-19. Sin embargo, esta medida que tiene en Venezuela más de dos meses, ha dejado grandes consecuencias negativas para las víctimas de violencia de género. Ellas deben permanecer en aislamiento con sus agresores, convirtiendo sus hogares como el lugar menos seguro para pasar la cuarentena.
Yolima Arellano, coordinadora en la región andina del Observatorio Venezolano de los Derechos Humanos de las Mujeres, señaló que este estado de emergencia ha profundizado aun más las desigualdades de género en el país.
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¿Qué sucede con la violencia de género?
“La emergencia originada por la COVID-19, está provocando impactos diferenciados sobre la vida de las mujeres y profundizando las desigualdades de género que ya existen tanto en el ámbito privado como el público. El hecho del confinamiento ha encerrado a las víctimas de violencias de género con sus agresores. De esta manera las mujeres enfrentan dos pandemias la COVID-19 y la violencia machista (…)».
Las líneas de atención y los refugios para la violencia domestica de todo el mundo notifican un incremento en las solicitudes de ayuda y mayor necesidad de protección de emergencia. Así lo manifiestan las autoridades competentes y las defensoras de los derechos de las mujeres”.
Asimismo, para Arellano ,Venezuela es uno de los países de América Latina que se sitúa en los primeros lugares con mayor tasa de femicidio. Lamentó que estas circunstancias derivadas de la pandemia limiten aun más la posibilidad de formular denuncias antes las autoridades competentes.
De los 25 países del mundo con tasas más altas de femicidio, 14 se encuentran en América y Venezuela es uno de ellos. Por lo que inferimos que los niveles de violencia de género, especialmente la domestica se han exacerbado durante la cuarentena. El portal cotejo.info indicó que van 105 mujeres asesinadas al 28 de abril. De este número al menos 28 fueron asesinadas, lo que representa al 45.71% califican para ser considerados femicidio.
En las circunstancias actuales se complica más la posibilidad de denunciar debido a limitación de acceso a teléfonos y líneas de atención. También aparece la alteración de servicios públicos como la policía, el sistema de justicia y los servicios sociales. Lo que pone en riesgo la atención y el apoyo que necesitan las sobrevivientes, la gestión clínica de las violaciones y el apoyo psicosocial y para la salud mental.
Recomendaciones que deberían ser implementadas
Arrellano sugiere a los estados una serie de recomendaciones que deberían ser tomadas en cuenta para minimizar los casos de violencia contra la mujer. Esto no solo en Venezuela sino en todos los países del mundo.
A medida que el virus se propaga en países con instituciones precarias como está ocurriendo en Venezuela se prevé que disminuirá la información y la cantidad de datos y crecerá la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas por lo que se sugiere a los estados aumentar la inversión en los servicios de ayuda en línea y en organizaciones de la sociedad civil garantizar que los sistemas judiciales sigan procesando a los agresores, establecer sistemas de alertas de emergencias en farmacias y tiendas de comestibles.
También propone poner en funcionamiento de refugios para las víctimas como servicios indispensables, crear formas seguras para que las mujeres busquen apoyos sin alertar a sus agresores, evitar la liberación de prisioneros condenados por cualquier tipo de violencia contra la mujer, ampliar campañas de concienciación publica en particular dirigidas a hombres y niños. Incluir a las mujeres en la toma de decisiones para responder de manera efectiva a la pandemia mundial causada por la COVID-19. Puesto que constituyen la mayoría de los trabajadores en el sector de servicios sociales y de salud. Un 70% en 104 países analizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) son mujeres.
En Venezuela existen organismos con competencias que fungen como entes receptores de denuncias e investigadores de casos de violencia en donde las mujeres pueden acudir para solicitar justicia cuando son víctimas de abusos físicos y psicológicos.
Recursos a los que pueden acudir las víctimas de violencia de género
A nivel nacional el ministerio de la mujer ha habilitado la línea telefónica 911. La fiscalía especializada para la defensa de la mujer tiene el numero 0212-5098684. En el estado Mérida el tribunal de violencia contra la mujer está de guardia para atender casos de flagrancia, asimismo el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas pueden recibir y tramitar las denuncias, la fiscalía 20 de violencia contra la mujer trabaja por guardias reviendo y tramitando las denuncias a través de los números 0274-2631776. Y en relación con organizaciones de la sociedad civil pueden acudir a la página web diloaqui y por el número telefónico 0424-1981060 o por el correo electrónico denuncia@transparencia.org.ve
Por otra parte, existe una alianza conformada por el centro de estudios de la mujer de la Universidad Central de Venezuela (CEPAZ) y FUNDAMUJER brinda atención psicológica por los números 0414-3071273 y 0424-1831025 y por el correo fundamujervenezuela@gmail.com
Llamado a la conciencia
El exhorto es a las víctimas de este tipo de violencia a no tener miedo y registrar las respectivas denuncias ante las autoridades.
