Lo que para muchas personas es una necesidad no irreemplazable, como tener un lugar donde hacer sus necesidades, dormir, agua por las tuberías y gas para cocinar, para otros es un sueño.
Los habitantes de una zona llamada Bateas de Maurica, Parte Alta, en Barcelona estado Anzoátegui, no cuentan en pleno siglo XXI ,con ninguno de estos servicios.
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En la actualidad, está comunidad todavía tiene calles de tierra y viven en ranchos de cinc madera y palos. Todas en pésimas condiciones y a la intemperie de la lluvia y el sol.
Esta zona, no cuenta con tuberías de aguas blancas, lo que hace que deban buscar agua a otra comunidad, caminando por más de una hora, para poder bañarse y comer.
Niños sin derecho a la educación en esta zona de Barcelona
Los más de 60 niños que viven en esta localidad de Barcelona, pasan sus días entre los juegos tradiciones, la pesca y el inclemente sol.
Sus pies están llenos de cayos, por permanecer tanto tiempo descalzos sobre la tierra caliente. Sus cabellos, con un tono amarillento por el inclemente sol que perciben por estar cerca de la playa.
Ninguno de ellos actualmente asiste a clases, han estado todo este tiempo sin recibir instrucción académica de ninguna manera. Los motivos son muchos, pero el principal, lo lejos que queda la escuela, poca comida para alimentarse y asistir, no tener uniformes y mucho menos útiles escolares.
Arepa, arroz y pescado
Estos infantes, solo conocen una dieta, que es a base de tres alimentos, arepa de maíz, arroz y pescado. Pueden pasar un día entero solo con un plato de arroz.
Gabriela Sánchez, una de las habitantes de esta zona, comentó al equipo de Todos Ahora, que diariamente debe esperar a que su esposo pesque algo para poder cambiarlo por algún otro alimento.
También contó que, el mayor tiempo el agua que consumen y usan para su aseo es de lluvia, porque pueden recolectarla con más facilidad en recipientes.
Piden ser tomados en cuanta por las autoridades
Luis José Hernández, que es un pescador que vive en este espacio, solo pide que tomen en cuenta a las familias y niños que permanecen en ese lugar sin ninguna ayuda.
Desean conseguir redes, para poder pescar a más escala y comenzar a cambiar su realidad, también que puedan tomarlos en cuenta para mejorar sus casas que no son aptas para vivir.
“Necesitamos que las autoridades velen por los niños que aquí viven, nosotros ya estamos viejos, pero ellos necesitan vivir mejor”, expresó.
Entre la miseria y el abandono se puede apreciar de fondo en esta zona, la playa de Maurica. Un paisaje que muchos desearían tener cerca y que contraste con una realidad cruda y que invita a la reflexión.



conozco maurica debido a que naci en barcelona<, hace 48 años y desde siempre a sido a si, la verdadera pobresa del ser humano esta en dejer que las situaciones los venzan, y en otra circustancia como lo es no impartir conocimiento a las futuras generaciones.
lo mas grave es que los padres que viene de la pobresa no enseñan a sus hijos a salir de ella en cambio con su conducta les enseñan a acomodarse en medio de ella. hay esta el detalle del asunto el problema no es la falta de gobierno porque nadie les ayudara la respuesta esta en cambiar su mente y despojarse de una vez de una cionducta inadecuada. le pido a jesucrisot les ayuda.
pedro ruiz