Jóvenes aportan soluciones creativas ante la emergencia sanitaria
A medida que los brotes de coronavirus se expandieron en el mundo, los países buscaron la manera de contar con elementos de protección esenciales. Tales como: tapabocas, guantes y trajes de bioseguridad. Sin embargo, el aumento explosivo de la demanda disparó los precios de estos productos haciendo imposible su adquisición. Dando origen a muchas iniciativas que surgieron en beneficio de quien más lo necesita. Como es el caso del sector salud siendo este el más expuesto a la contaminación durante el contacto con pacientes infectados.
Todo empezó mediante un programa de radio, llamado la Voz del Pueblo, el 10 de abril. Fue una propuesta de John Marino García, que planteó donar productos de limpieza, tapabocas y trajes de bioseguridad al Hospital I de Canaguá, en el municipio Arzobispo Chacón de Mérida. Esto para contribuir a la lucha contra la COVID-19 en el estado.
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Entonces, un grupo de cuatro jóvenes y una maestra costurera, buscaron la manera de contribuir y ser parte de la solución. A través de la creatividad, poniendo en marcha un proyecto de fabricación de tapabocas y trajes de bioseguridad. El fin es ayudar a la red hospitalaria ante la escasez de insumos y falta de implementos para el personal médico ante la contingencia.
Unidades de tapabocas fabricados
En solo siete días lograron fabricar más de 700 unidades de tapabocas, muchos de ellos los donaron a ciudadanos merideños que no tienen como adquirirlos, así como a algunas instituciones. Aproximadamente 200 unidades los enviaron a la población de Canaguá, con un precio más accesible de los que se encuentran en el mercado. «Con la finalidad de ser solidarios con nuestro pueblo y ciudadanos que más lo necesitan (…) Los tapabocas se confeccionan con material POP, una tela microporosa de mejor calidad y más costosa», dijo García.
Colaboración recibida
Esta iniciativa fue posible gracias a la recolecta que realizaron a través de un grupo de WhatsApp. Contaron con la colaboración y apoyo de algunos venezolanos que se encuentran en Estados Unidos, Chile y otros aquí en el país. Permitiendo así la fabricación de estos productos.
¿Cuál es el objetivo de los trajes de bioseguridad?
El objetivo es aislar la piel y la ropa de la persona expuesta a agentes biológicos. Los trajes de protección deben cubrir todo el cuerpo incluyendo la cabeza, los ojos, naríz para evitar el contacto con el coronavirus.
Costo de los trajes
Los trajes de bioseguridad en el mercado pueden llegar a costar 50 dólares, para un solo uso, es decir, son desechables. Por su parte los que están fabricando estos jóvenes los venderán en 30 dólares, son reutilizables y pueden ser desinfectados con hipoclorito.
Solicitan más colaboración para continuar con la labor emprendida
Tienen por los momentos disponibilidad para fabricar al menos 30 unidades de trajes de bioseguridad. Sin embargo, hacen un llamado a todas las personas y empresas de buen corazón que estén en condiciones de aportar con lo que tengan a su disposición para continuar con esta iniciativa.
García añadió que «las telas se cotizan en dólares y cuando este sube, el precio de las telas también. Además materiales como la tafeta (impermeable especial para los trajes), se encuentran agotados y no lo conseguimos en ningún lado». Estos jóvenes seguirán trabajando con mucho esfuerzo y dedicación para continuar con la labor emprendida.
Celebro la iniciativa, ¡Felicitaciones!, sin embargo, el precio es muy elevado, todavía nos ganan los productos importados por el precio.