Día 44: Táchira, un día a la vez

Hoy cumplimos el día número 44 de aislamiento en la provincia andina de San Cristóbal, la ciudad de la cordialidad y también la de los sacrificios.

En la capital tachirense desde que comenzó la cuarentena se han acentuado los problemas sociales. Las necesidades son cada vez más evidentes. Las condiciones para sufrir son mucho mayores. Además la totalidad de los servicios no sirve, gran parte de los días estamos sin electricidad, agua y desde hace semanas sin gas.

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Sin duda alguna es todo un reto vivir aquí en el interior de Venezuela, pero a pesar de todo continuamos esperanzados en un mejor porvenir. Tenemos la firme creencia de que podemos alcanzar el crecimiento, la plenitud y la trascendencia. Luego de pasar prolongadas horas sin luz  y de no tener agua durante días estamos claros que somos más que estas condiciones desfavorables. Simplemente el venezolano está construido de la mejor madera de roble, al igual que nuestros grandes árboles que en las selvas se extienden por toda la geografía nacional, nosotros podemos sobrevivir a ambientes hostiles y buscar la luz del sol hasta lo más alto.

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Somos mejores, los momentos prolongados de silencio nos enseñan a escuchar y a ser pacientes, las grandes necesidades nos permiten ser humildes y solidarios. En las limitadas condiciones  sabemos que debemos hacer lo máximo, que no podemos desperdiciar la mínima oportunidad para vivir. Existen condiciones que no podemos controlar, realmente el coronavirus y esta pesada crisis no ha sido nuestra decisión personal. Sin embargo, representa la mejor oportunidad para cambiar y sacar a flote nuestra esencia.

La importancia del Táchira

Estas tierras han estado pobladas desde siglos por guerreros, luchadores y libertadores forjadores de su destino y de todo el continente. Sin duda alguna duele pero así como luego de un largo proceso la oruga se transforma en mariposa, los venezolanos de San Cristóbal, Táchira y todo el país saldremos fortalecidos, renovados y listos para asumir los retos de la vida de una forma mucho más valiente y segura.