Los vecinos de Achípano en Porlamar viven calamidades con los servicios públicos desde hace años. En los últimos meses el retraso en el suministro de agua los sumió en una grave sequía. A la mitad de la calle principal hay un hueco donde emerge agua de la tubería principal y de ahí se surten.
Francisco Astudillo, vecino de Achípano, relató que el agua llega cada 40 días, por lo que tiene que salir a surtirse de un pocito que llama «el pocito de la felicidad».
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Destacó que todos los vecinos de esta comunidad y de sectores adyacentes se acercan a este pozo para tener algo de agua.
Explicó que se levanta de madrugada para que el pozo esté claro, ya que después de las seis de la mañana el agua se pone turbia.
«A esa hora llegan los niños a bañarse y meterse. Se vuelve charco y ya no sirve para tomar, ni nada. Esa es el agua que tomamos todo el tiempo».
Por su parte, José Gregorio Yeigrez dijo que el ciclo del agua tarda más de 40 días, por lo que la única alternativa es ese pocito.
«De ahí nos surtimos todos, aunque sea para bañarnos. No debería ser apta para el consumo».
¿Qué otros problemas hay en la comunidad de Achípano?
Además, los vecinos de la zona relataron que los autobuses ya no se meten por la calle principal debido al mal estado de la vialidad.
Deben caminar hasta la entrada del sector para tomar el transporte público, algo que les genera incomodidad.
Los propietarios de vehículos añadieron que sus carros se dañan por los cráteres que existen en toda la calle.
«Vengo haciendo malabarismos para pasar esta calle. Tengo todo el tren delantero destruido, los muñones y amortiguadores, pero que hace uno», dijo Álvaro Peluso.
Los habitantes de Achípano hicieron un llamado a las autoridades regionales y municipales a resolver los problemas que los aquejan y que hacen de su vida un viacrucis.
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Yo por la pandemia me quedé un año en achipano y eso es la crue verdad es igual q la delincuencia