Falta de agua es un obstáculo para reiniciar clases presenciales en Nueva Esparta
La vuelta a clases presenciales enfrenta un gran contratiempo. En medio de la pandemia por la COVID-19 es imposible para los escolares cumplir con una de las medidas de protección básicas como es el lavado de manos.

Los estudiantes de la Unidad Educativa Estadal José Rafael Marcano Gil (UEE Rural Nº 24) situada en La Rinconada de Paraguachí, municipio Antolín del Campo del estado Nueva Esparta no han podido regresar a las aulas.
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Al momento del inicio de la pandemia se dañó la bomba para el suministro de agua. Han pasado casi dos años y el problema se mantiene.
La directora de la escuela Andrea Hernao explicó que la falta de la bomba fue planteada al gobernador, la alcaldesa, el director de Educación, y hasta a los candidatos a la Alcaldía. Hasta la fecha la bomba sigue en reparación.
Sin resultados positivos
Las maestras también se han ocupado de gestionar la solución pero sin resultados positivos.
“Ese es un obstáculo para las clases presenciales. Los obreros deben cargar baldes con agua y es un trabajo más pesado”, dice Yelenni de Marcano, una de las docentes.
La escuela fue construida en una parte alta y para llegar a las aulas hay que subir aproximadamente unos 20 peldaños. Como a unos 200 metros está la pila que surte de agua al pueblo y que deben cargar los vecinos hasta sus viviendas para proveerse del líquido. Igual deben hacer el personal para llevar el agua a la instalación educativa, pero se han negado a esa tarea pues es un trabajo más pesado.
“Ese es un problema para la bioseguridad. Sin agua los niños no pueden lavarse las manos, ni podemos mantener limpios salones y baños”, dijo Marcano.
Las aulas siguen vacías a la espera que se repare la bomba o se instale una nueva que permita llevar agua hasta las instalaciones de la UEE José Rafael Marcano Gil.

¿Cómo impartir clases con la falta de agua en Nueva Esparta?
Las educadoras siguen impartiendo enseñanza vía online, que también es una complicación por las dificultades de conexión. En la zona tienen unos seis meses sin servicio de Cantv. Y la opción de contratar con una operadora de internet es costosa para la mayoría de los habitantes de la comunidad.
Las tarifas de internet y cable superan los 90 bolívares digitales, lo que ha llevado a muchas familias a prescindir de esa alternativa.
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