Muchos jóvenes en Carora, estado Lara, prefieren trabajar que estudiar debido a los altos costos en universidades privadas de la localidad.

Debido a la falta de dinero para costear sus carreras, algunos estudiantes han tenido que desertar sus estudios académicos y acudir a otro tipo de labores. Además de ello las universidades privadas que se encuentran en la ciudad son tres. Y además, estas casas de estudio son convenios con otras casas de estudios del país.
En el Instituto Universitario de Tecnología Mario Briceño Iragorry, por ejemplo, ofrecen tres carreras dedicadas a la ingeniería. También Contaduría Pública y Administración de Empresas.
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El trimestre en cada una ronda los 150 dólares, una cifra que va en aumento a medida que el estudiante avance en la carrera.
Esta situación ha causado malestar en algunos estudiantes, debido a varias razones. «No estamos asistiendo a clases presenciales, tres profesores se encargan de darnos las 6 materias correspondientes por trimestre, la atención estudiantil es terrible, debido a que no responden nuestras dudas e interrogantes. Pero a la hora de pagos correspondientes si están al tanto y no ofrecen una calidad óptima de estudio». Así lo indican algunos afectados.
Deserción en universidades de Carora
Al comenzar la pandemia 2020, el servicio de calidad estudiantil privada, decayó por completo. Esto debido a la poca orientación que existía, pocos estudiantes sin acceso a internet o a equipos tecnológicos, entre otros.
Otro estudiante del décimo trimestre de ING Industrial de la Universidad Alonso de Ojeda UNIPAP, comentó: «Estoy por cursar último trimestre de la carrera, y cada trimestre es aún más costoso. Se nos dificulta a la hora de cancelar cuotas correspondientes, pero a la hora de tener una duda con respecto a problemas estudiantiles la única respuesta que obtengo es no sabemos o simplemente, nadie dice nada».
De igual manera, comentó: «Es incoherente que hay compañeros que están en situaciones económicas más graves, y aparte de finalizar mi carrera cancelando mi trimestre de 165 dólares, en total debo cancelar 100 dólares para poder prestar mi trabajo de grado y pueda ser evaluado. Sin duda alguna, es una desconsideración».
Al igual que este estudiante, hay muchos que están en la duda de la espera de sus títulos académicos, o por lo menos respuestas concretas a tantas irregularidades vividas en esta casa de estudio. «Los jóvenes caroreños necesitamos educación digna y de calidad aún más si está pagando por un servicio que ofrece responsabilidad; sin embargo, esperamos prontas mejoras en el estudio universitario», comentan los alumnos de dichas carreras.
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