El trabajo infantil en los sectores populares del estado Zulia es más común de lo que parece. Los niños, en edades comprendidas desde los 8, hasta los 14 años, se ven en la necesidad de trabajar en las calles y ayudar en sus hogares.
Estos niños suelen salir a las calles desde muy temprano a trabajar para aportar sustento en sus hogares debido a la crisis económica que atraviesa el país. Conoce las historias de Mauricio y Ángel de Jesús.
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Sin un papá en casa
Mauricio Romero, actualmente con 16 años de edad, ha trabajado desde que tiene 12 años, su padre, debido a la crisis migratoria en 2016 viajó a Colombia a «darle mejor calidad de vida a su familia», pero en vano. Ya que desde entonces, no supo más nada de él.
Se quedó junto a sus hermanos menores y su madre. Viéndose obligado a salir a trabajar en las calles de la parroquia José Domingo Rus, en el municipio San Francisco, porque con el sueldo que ganaba su mamá simplemente no bastaba.
«Comencé trabajando botando basura con una carretilla que tenía y cortando monte, lo poco que ganaba lo usaba para comprar comida», expresó Mauricio.
Mauricio también comentó que usualmente le solían pagar con productos de la canasta básica (espagueti, arroz, harina), aprovechó el crecimiento de la zona comercial en la Avenida 200 del sector El Caujaro y botaba la basura de los locales del sector.
Con el pasar de los años, comerciantes del sector le ayudaron en todo lo que podían. En la actualidad un comerciante del sector decidió darle la oportunidad de trabajar en un puesto de comida rápida.
«Trabajo de 7 de la mañana hasta el mediodía, después me voy a clases y regreso en la tarde a trabajar hasta la noche», aseveró Romero.
Gana 3 dólares diarios, Mauricio comenta que con lo que gana junto a lo que hace su mamá y sus hermanos se alimentan bastante bien.
En las familias funcionales, no basta con que solo el papá trabaje
Ángel de Jesús tiene 12 años, es habitante de la Ciudadela Rafael Caldera, mejor conocida como Fundabarrios, un sector del Zulia conocido por su alta peligrosidad.
Él, suele levantarse a las 6 de la mañana a trabajar en sectores aledaños a Fundabarrios recolectando basura en su carretilla y llevándola a botaderos.
«Vivo con mis papás, salgo a trabajar por que con lo que ellos ganan no alcanza y hay que comer», comentó Ángel con una llamativa madurez.
Ángel cuenta que en su mejor día ha hecho 20 dólares, sin embargo, algunas personas también suelen pagarle con productos básicos, productos que el agarra sin reproche alguno.
«Si no tienen para pagarme con dinero, yo acepto los productos, lo importante es llegar a mi casa con algo», finalizó la conversación Ángel.
La crisis económica, el factor determinante del trabajo infantil en Venezuela
El trabajo infantil en los sectores vulnerables, no solo del Zulia, sino en toda Venezuela, se debe en gran parte a la precariedad de los sueldos del país.
Aquellas familias cuyos adultos son trabajadores públicos o ejercen una profesión de forma individual, el salario simplemente no les alcanza para suplir las necesidades básicas del seno familiar.
Es debido a ello, que muchos niños por iniciativa propia (aunque en otros casos son básicamente obligados) deciden buscar algo que hacer para generar dinero o conseguir comida para ellos y su familia.
Sin embargo, en otros casos muchas familias se han separado producto de la diáspora venezolana, haciendo que algunos padres de familia renuncien a sus responsabilidades como proveedores de la familia.
Lo que ocasiona que los niños por necesidad tengan que buscar en las calles algo que les permita conseguir comida.
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