El pasado miércoles 10 de junio, Migración Colombia comunicó el cese de traslados de venezolanos a la frontera, como resultado de las limitaciones de ingresos que impuso el régimen de Nicolás Maduro. Lo que genera un gran problema, para los migrantes que desean volver de forma voluntaria.
En la salida por la autopista norte de Bogotá, donde se encuentra uno de los terminales habilitados como corredor humanitario para los venezolanos, existe un campamento de más de 400 migrantes, que esperan su posible regreso a Venezuela. Este se ha ido conformando durante el último mes, debido a la solicitud de ayuda para regresar al país.
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La mayoría que se encuentra allí, no tiene recursos suficientes para subsistir en la ciudad. Ya han sido censados por la alcaldía, con la promesa de ir trasladándolos a la frontera. Reciben donaciones de comida, para poder mantenerse día a día. Sin embargo, representan un problema para Bogotá, ya que en medio de la pandemia y con pocas medidas de higiene, tiene grandes posibilidades de contagio.
En un recorrido realizado esta semana, se pudo evidenciar que existen dos coordinadores o líderes del campamento. Son quienes administran las donaciones, y el ingreso o egreso de los que allí se encuentran. En este sentido, son ellos los que coordinan todo lo concerniente al campamento, exigencias, reclamos y protestas.
Venezolanos bajo situación alarmante en Colombia
Es una situación realmente alarmante, ya que hay alrededor de 36 embarazadas, y más de 120 niños. Esto se complica, con la cancelación de los traslados, ya que en Cúcuta también hay ciudadanos varados, sin poder pasar aún a Venezuela. Esto, debido a la disminución del acceso que se ha impuesto por el régimen en su ingreso a Venezuela.
Aún el gobierno colombiano no ha dado claridad sobre el futuro de este campamento. La realidad económica y la pandemia, han golpeado muy fuerte y la necesidad crece día a día. Entre la incertidumbre y el miedo al contagio, la subsistencia se vuelve más difícil y un caldo de cultivo para problemas sociales importantes en Bogotá.
Se está a la espera de algún pronunciamiento de la Embajada de Venezuela en Colombia o alguna institución internacional, que haga eco de esta grave situación.