Con tan solo 24 años, Luis José Gómez Mota es un carabobeño con una amplia carrera que desde joven ya entendía que quería para su futuro. Actualmente, reside en Colombia donde está forjando proyectos personales y para aportar a su país. Creó una fundación llamada Yo estoy aquí que se dedica a ayudar a niños en zonas vulnerables de San Diego.

Ahora es noticia: Fundación Yo Estoy Aquí en el desarrollo de un mejor futuro para los niños
Abogado y defensor de los DDHH
Luis Gómez es abogado, su pasión lo ha llevado a instruirse en al ámbito de los derechos humanos para ayudar a quien más lo necesite. La fundación que está a su mando es miembro acreditado por la Unesco. Es articulista, académico y de opinión en varios medios de comunicación en Venezuela, ha estudiado arduamente para lograr sus metas de vida.
Desde los ocho años de edad estuvo motivado a crear su propia fundación, por los amplios valores institucionales que le proporcionó sus padres desde pequeño. Siente mucho agradecimiento hacia sus padres por lo que es hoy, un joven promesa de Venezuela.
Gómez quería también brindar ese espacio de educación que siempre tuvo a la mano, a otros niños que no pudieran hacerlo. «Es así como este ámbito me permitía a mí conocer cada vez más a personas, niños y jóvenes que no contaban con las mismas posibilidades, ni las mismas oportunidades debido a una situación tan grave como la que acontece nuestro país (Venezuela)» explicó.
Una Venezuela de oportunidades
Gómez transmite serenidad y optimismo, al hablar. Con sus aspiraciones de beneficiar a niños y jóvenes con sus programas, lo que busca es que ellos puedan desarrollar esas habilidades que tienen escondidas o ser motivo de inspiración para seguir adelante.
Su tiempo libre no lo desperdicia, se dedica siempre a aprender cosas nuevas, conocer y experimentar lo más que pueda. Dijo que le gusta «Escribir, documentarme, descansar y desconectarme porque eso forma parte de nuestro rendimiento como ciudadanos activos en esta sociedad»
Luis Gómez: «Emigrar ha sido una opción para mí»
Ha sufrido persecución como activista y defensor de los Derechos Humanos, sin embargo, no es una de las razones por las que emigró, pero le ha permitido desconectarse de ese aspecto negativo. «Ser articulista incluso, es también parte de un mecanismo de censura en la cual nos vemos obligados a limitar nuestro pensar con respecto a la situación de nuestro país»
También explicó que fue una opción para evitar el estrés constante y temor por su familia, debido a actividades que realizara y no fueran de acuerdo a ciertos pensamientos. «Evito el miedo de ser detenido, o poder ser directamente perseguido ante la labor que con mucha pasión he ejecutado dentro de Venezuela».
Asimismo declaró a Todos Ahora, que otras de las razones por la cual emigró es por la búsqueda de oportunidades que no se le permitía dentro del país. Además, cree que puede ejecutar mejor las labores dentro de su fundación desde Colombia.
La situación del país lo afectó como joven
Sus padres añadieron otra carrera a su vida, el Derecho, la cual estudiaron junto a su hijo. Se graduaron juntos en una universidad privada, donde explicó que es mucho más difícil por la decisión que es importante y que no para seguir sus estudios. Sin embargo, lo lograron, fue algo que marcó su vida, trabajaba mientras estudiaba y debía deshacerse de algunos lujos que antes de la situación del país tenía.
Destacó que a pesar de la situación que tiene el país cree que el talento dentro de Venezuela es más grande y que se pueden tener aún algunas oportunidades. Él por su parte contribuye con la fundación, pero consideró que los jóvenes pueden salir adelante porque el talento humano es la mayor de las riquezas del país. «Los jóvenes en Venezuela siempre buscan la manera de salir adelante, por eso nunca dejo de imaginarme una Venezuela en la que sí haya realmente oportunidades».
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