María vive en un kiosko a la intemperie y sueña con tener su propia casa en Bolívar

María Hernández vive en un kiosko a la intemperie, ella es oriunda de Choroní, estado Aragua. Sin embargo, llegó hace 28 años a Puerto Ordaz, estado Bolívar, con muchos sueños por cumplir, entre esos tener su propia casa.

Por otro lado, debido a que no tenía dónde vivir reside desde hace dos años en un kiosko, lugar donde también trabaja cortando cabello y vendiendo empanadas para poder comprar algo de alimento. 

María vive en un kiosko en Bolívar

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María vive en un kiosko en Bolívar 

Los ojos de María se abren con temor cada vez que el portón suena. La mirada se llena de dureza y el valor la domina. En su kiosko todo se queda en silencio y se mueve con cautela para asomarse.

María, nombre que su mamá le puso a los cuatro meses de nacida, es una persona con una sonrisa llena de vida. Tiene unos ojos negros que hacen juego con su color de cabello. Sin importar la circunstancia donde se encuentra viviendo recibió al equipo de Todos Ahora con un gran abrazo. 

A juicio de ella, el abrazo más poderoso lo dan aquellas personas que están pasando por procesos fuertes. «Esos son los que llenan más», dijo Carolina mientras me servía café en un pote de mantequilla grande. 

Por otro lado, al verme llegar con el micrófono para entrevistarla y conocer su historia empezó a llorar y a decirme que los ángeles existen, pues a su pequeño y deteriorado kiosko nadie había ido a visitarla. 

María tiene dos años viviendo en un kiosco, en el lugar corta cabello, y hace empanadas para vender y poder rebuscarse con la compra de algunos alimentos para poder comer.

Ella vive con su nieto de 14 años, pues a este chico le gusta trabajar, a su corta edad recoge plástico en toda la zona de Puerto Ordaz para luego llevarlo a la recolectora más cercana. El muchacho puede ganar hasta 20 dólares semanales. Y con eso pueden comprar arroz, café y harina pan. «Porque no alcanza para más nada», expresó María.

María vive en un kiosko
«Kiosko el jardín del Edén», así se llama el pequeño kiosko deteriorado y pintado de color blanco donde vive María y su nieto de 14 años

Un kiosko que no está apto para vivir

«Kiosko el jardín del Edén», así se llama el pequeño kiosko deteriorado y pintado de color blanco donde vive María y su nieto de 14 años. 

Por otro lado, el kiosko no está apto para que las personas habiten: no tiene servicio de agua por tubería, debido a las lluvias el agua se filtra por los lados de las paredes de zinc. Además, el sitio queda en un lugar donde está prohibido el urbanismo.

El recinto por dentro está muy deteriorado, María no tiene nevera para refrigerar sus alimentos debido a esto se dañan muy rápido. Además, ella y su nieto duermen en colchones rotos y desgastados. Tampoco cuentan con energía eléctrica, ni agua. «Una distribuidora nos ayuda con la electricidad, pero hoy nos advirtió que no nos puede ayudar más», expresó. 

Las escasas oportunidades económicas y las vueltas que da la vida, como afirmó durante la entrevista, la obligaron a vivir en un kiosko. «Pero la gente no entiende y nos estigmatiza. Creen que porque vivimos en un kiosko no valemos nada», afirmó. 

Por su parte, María tiene dos hijos, uno de ellos se fue a Guyana a comprar arroz y ropa y nunca regreso, otro vive en Puerto Cabello donde tiene un hijo detenido en una de los centros penitenciarios de ese estado. Debido a esta situación no puede visitar a María, ya que no cuenta con el dinero suficiente para trasladarse hasta Puerto Ordaz.

Un kiosko que no está apto para vivir
María vive en un kiosko
A falta de gas doméstico cocinan a leña
María no tiene nevera para refrigerar sus alimentos debido a esto se dañan muy rápido

¿Con qué sueña María? 

Al momento de preguntarle con qué soñaba, sus lágrimas cayeron por todo su rostro. Sin embargo, con mucha certeza y fe respondió que quería una casa donde vivir dignamente. 

Otro de sus sueños es poder tener suficiente dinero para poder invertir en ingredientes para realizar y vender sus empanadas en su kiosko. Hasta ahora se quedó sin dinero debido a que se contagió de COVID-19 hace 29 días y tuvo que comprar sus medicamentos con el dinero que tenía reunido para sus ventas.

El evangelio para María es su fe en Dios 

Con su biblia Reyna Valera 1960 en mano no dejaba de leer versículos de la Biblia, el más leído por ella es el Salmo 23. A juicio de María ese capítulo le da fuerzas para continuar adelante sin importar las circunstancias que le pone la vida.  

El 87% de los venezolanos viven en la pobreza, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por otro lado, la miseria es extrema para el 61% de la población, mientras que el 55% de los niños presenta malnutrición.

El evangelio para María es su fe en Dios

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