La calidad de vida de los educadores en el país sigue empeorando

Para nadie es un secreto que los educadores venezolano pasaron a un segundo plano a la hora de recibir beneficios o sueldos que mejoren su calidad de vida. Así lo asegura Edit Arellano, quien es una docente de la población de Bailadores, en el municipio Rivas Dávila del estado Mérida.

Arellano detalló que son múltiples las dificultades que debe sortear a diario para seguir enseñando a los niños en la unidad educativa en la que labora. Además, asegura que la calidad de vida empeora con el paso de los días ante los precarios sueldos que ganan, el cual no representa nada a lo hora de comprar alimentos de la canasta básica o asistir a una consulta médica.

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Educadores sin calidad de vida

Arellano comentó que la educación está en deplorables condiciones, no solo en el lugar en donde reside, sino que es algo que se traslada a todos los rincones del país. A su juicio, en gran medida, se debe a los pocos o casi nulos incentivos que reciben los docentes.

“Es que los pagos que recibimos nosotros como docentes desde hace algunos años no cubren las necesidades básicas», señaló. Además, aseguró el transporte no trabaja de forma regular por lo que debe pedir colas o favores hasta llegar a la unidad educativa, ubicada en el sector Mesa de Adrián. «Yo vivo en el pueblo y siempre es un trayecto largo”, afirmó.

Ante esta situación, Arellano comentó que ha tenido que dedicarse a otras labores y dar clases particulares, ya que esto le resulta más rentable que el contrato con el Estado venezolano.

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