El escenario de vida de un joven común en la entidad es desolador. Diversas condiciones desfavorables confluyen para disminuir las posibilidades de satisfacer las mínimas necesidades y, quizás también, sus esperanzas, aspiraciones y sueños. Pues hoy, los jóvenes del Táchira tienen un reto, el sobrevivir esta cuarentena.
La crisis mundial generada por la COVID-19 agudiza rápidamente las complejas condiciones de emergencia humanitaria preexistentes en Venezuela. Así, lo comprobaron varios testimonios de jóvenes ofrecidos a Todos Ahora. Que, además, se ven afectados por las condiciones económicas del país.
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Testimonios de los jóvenes del Táchira
“Yo tenía aspiraciones, yo tenía ganas de estudiar. Mi meta era estudiar programación, pero en esta situación no pude. Ahora está muy difícil. Todo el mundo está desenvolviéndose en lo que puede para sobrevivir. Esto es terrible, con la llegada del virus peor todavía. Si antes estábamos mal ahora estamos peor.”, expresó Jesús Gómez. Él es un joven de 19 años dedicado a la economía informal. Temeroso, junto a su mama en su lugar de ventas informales en el centro de San Cristóbal, prefirió no ser fotografiado.
Rafael Zambrano de 21 años también compartió el cómo sus planes de vida están, de momento, paralizados. Con desesperanza afirmó tener sueños que en este momento no pueden ser realidad. Planes que son pospuestos por la necesidad de resolver las necesidades del día a día para él y su familia.
Por otra parte, Yolanda Ramírez, profesional de contaduría pública y dueña de una tienda en el ramo de la electrónica, nos informó una gran disminución en los ingresos en su negocio. Esto, al no poder trabajar de forma completa y no tener las utilidades de costumbre para saldar los gastos lo que le genera situaciones económicas insostenibles
Las difíciles condiciones económicas venezolanas, sumadas al contexto de la COVID-19 y a las medidas del régimen de Maduro, coloca a prueba la sobrevivencia de jóvenes del Táchira. Quienes no pueden garantizar su justo sustento.
La realidad económica en la ciudad andina es, para muchos en esta cuarentena, un reto. En el que por cierto, la vida no está asegurada.
Realmente es para todos una situación muy complicada. Muchos ofrecen soluciones por Internet… pero más del 80% no cuenta con ese servicio en sus hogares. Y de tenerlo, los constantes cortes de electricidad impiden su utilización. Francamente, son tiempos como los que vivieron nuestros abuelos y bisabuelos durante la Guerra Mundial. Pero no olvidemos que luego de ésta, el Táchira se creció y dio frutos en abundancia en todos los ámbitos socio-económicos y culturales . Paciencia y aprovechar al máximo el tiempo en LECTURAS, libros impresos, nada de digital, pues sin electricidad estamos ponchados… ¡Ya pronto saldremos de esto renovados y repotenciados!!!!