Poco a poco algunos espacios de Ciudad Guayana (Bolívar) se llenan de color, líneas, diseños, todo va conformando eso llamado arte. Un arte que va del pincel y la mano de Ronald Ruiz, un joven de 22 años.
Este muchacho guayanés creció en un entorno cultural, “por un padre con afinidad hacia la música y una hermana promotora cultural”, relató a NTA.
“Mi infancia se desarrolló en las salas de arte y teatros de empresas básicas de la región, por ello que el arte de algún modo siempre estuvo presente en mi vida desde muy pequeño”, sumó.
Ruiz, especifica que tras explorar muchas aristas, declinó por la pintura e inicio formalmente un camino de aprendizaje en los talleres de maestros de la pintura de la ciudad.
Desde hace dos años se dedica de manera profesional a la pintura a tiempo completa.
De la mano con los niños
El arte de Ruiz también ha llegado a las zonas más vulnerables de Ciudad Guayana. Tanto en ellas como fuera de ahí ha logrado trabajar con niños y niñas, describe su experiencia en estos proyectos como gratificante.
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“Como artista te nutre de una energía creadora muy especial que a medida que vamos siendo mayores dejamos apagar. Además de ello, enseñar ha sido una de las mejores maneras de consolidar conocimientos, y que un día yo pueda ser recordado por una generación como el ‘profesor de arte’ de su infancia, así como yo tuve los míos, me genera mucha ilusión”, destacó.
Como muchos jóvenes venezolanos Ruiz, también ha pensado en emigrar, “pero eventualmente canalicé esa energía en ser productivo acá”.
“Sí quiero salir del país pero ahora como embajador del arte guayanés/venezolano por el mundo, por lo que está mis planes desarrollar mi obra desde acá tanto como el tope límite de crecimiento me lo permita”, relató.
Importancia al arte para Ronald Ruiz
En varios locales de la ciudad, consultorios, espacios comunitarios se puede ver el trabajo de Ronald, desde retratos como el de Frida Kahlo, hasta paisajes, un arte que lleva años perfeccionando.
“En mi opinión, tanto en Venezuela como en muchos otros países, la sociedad no termina de dar la importancia al arte por su asociación con paradigmas tan superficiales como arcaicos: si eres artista te mueres de hambre, si eres artista eres bohemio, y así un sinfín”, especifico el joven.
Destaca que hoy día con tantas herramientas a la mano, gracias a la tecnología, capitalizar y vivir de los talentos es una opción más. “Y más allá de eso, el verdadero valor del arte no se puede medir en tanto forma parte de la cultura, y sin cultura, no somos nada”.
Superación
Admite que lo más duro dentro del ramo artístico y el sacrificio más grande es el tiempo, “un artista dedica gran parte de su vida a crear su obra, no es algo que llega del día a la noche e implica mucha disciplina, empeño e inversión”.
“Pero poder transmitir emociones a través de tu trabajo respalda todo lo anteriormente mencionado, así como ser inspiración para otros a trabajar en sus sueños”, sumó.
Ante la pregunta sobre sus planes a futuro, su respuesta fue clara: “mi plan es seguir consolidando y madurando un lenguaje plástico, poder exhibir en mi ciudad, seguir participando en eventos Internacionales y abrirme camino a más lugares de Venezuela para llevar mi firma”.
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