Estamos por iniciar el mes de junio, a tan solo un mes para la culminación de las actividades escolares. A mediados del segundo lapso, la educación cambió por completo debido a la COVID-19. Desde entonces, tanto profesores como estudiantes de educación media, se vieron obligados a reinventar las aulas de clases.
Andreina Rivas, profesora del Liceo Bolivariano Andrés Eloy Blanco ubicado en la parroquia Jacinto Plaza del municipio Libertador, estado Mérida, explicó al equipo de Todos Ahora cómo ha sido el proceso de educación durante la cuarentena.
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Educación media: de lo físico a lo virtual
La profesora Rivas dicta clases en primer año de educación media y atiende a 150 alumnos. Sin embargo, no cuenta con una plataforma donde pueda atenderlos a todos por igual o al mismo tiempo, así que recurrió a los medios sociales como el correo electrónico y el WhatsApp.
Para los contenidos se le ha dificultado culminar la programación del año. La transformación que dio el sistema solo se basa en los contenidos dados antes del confinamiento. “Se están reforzando los temas ya dados en aula, enfocándose un poco más en la teoría”, agregó la profesora.
A pesar de que los sistemas que usa no requieren una demanda fuerte de internet no todos sus estudiantes, hasta el momento, han podido cumplir con las asignaciones. Rivas afirmó que “las fallas eléctricas afectan a la mayoría y aunque busquen el apoyo en los libros para las investigaciones, al momento de la entrega se vuelve complicado debido a la falta de red”.
Solo un 80% logra la entregar parcialmente a tiempo y el otro 20% no logra asimilar los contenidos, pues esta es la principal desventaja de la educación a distancia sin los recursos necesarios. La profesora Rivas culminó afirmando que “actualmente los padres son quienes dan sus conocimientos y mayor apoyo para el aprendizaje básico”.
