El 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Felicidad, fecha proclamada por la Organización de las Naciones Unidas ONU desde el año 2013, reconociendo la importancia que tiene este sentimiento en la vida de las personas.
Sin embargo, según un estudio realizado por la ONU, el venezolano ha experimentado en los últimos años sentimientos negativos. El estrés a causa de la crisis política, económica y social que los arropa ha perjudicado sus emociones.
El estudio refleja que Venezuela ocupó en 2019 el puesto 108 en el ranking que elabora la ONU con un puntaje de 4,707, una pérdida de cuatro posiciones con respecto al año previo y de 1,944 unidades con respecto a 2005.
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Los venezolanos se caracterizan por ser personas alegres, amables, divertidos, aunque muchas de estos rasgos han desaparecido desde la llegada de la revolución en el año 1999.
¿El venezolano es feliz?
Tomando en cuenta los datos suministrados por la ONU, el equipo de Todos Ahora realizó una entrevista exclusiva a una especialista para conocer sobre las emociones de las personas ante la situaciones que viven.
La psicólogo Elizabeth Martín comentó desde su experiencia en el área, que hablar sobre las emociones del venezolano es complejo. «Desde hace cinco años para acá hemos visto como empiezan a predominar emociones negativas. Antes, felicidad o diversión aparecían dentro de las principales. Ahora en este lapso de tiempo, tristeza, miedo y frustración son las principales. La rabia se encuentra en el cuarto lugar».
Las emociones que vive el venezolano son negativas y paralizadoras, aunque esté frustrado, la persona no lo manifiesta ni genera acciones en concreto. «Se puede evidenciar en todas las áreas de la vida, cómo se muestra a nivel social y de consumo. Se pueden relacionar con los productos de distintas maneras, ya sea porque es más precavido o no dispone de tanto dinero y aprendió a priorizar» señaló Martín.
Indicó que el comportamiento de los individuos cambió, no solo por cómo se sienten sino por las situaciones de escasez y el mayor problema económico que existe.
«Hoy hablamos de un consumidor aprendido o más expedito», cuando decide qué hacer o comprar porque son personas que tienen que sustituir productos y comidas.
La psicóloga explicó que «el venezolano pese a la crisis que vive es muy resiliente y ha entendido qué hacer para afrontar o manejar la situación». Recomendó que para enfrentar esta postura las personas deben reconocer lo que esta viviendo, y refugiarse en la familia, en hacer ejercicios, leer un libro o pertenecer a grupos de apoyo que hablen de distintos temas.
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«Cuando hablamos de ser felices vale la pena recordar cuál fue el objetivo o propósito que pudo haber llevado a la persona a salir del país. Al tomar la decisión de decir me voy, es porque quiero buscar un futuro seguro para mis hijos, que salga a la calle y pueda jugar, quiero que vaya a una escuela de calidad», explicó.
La persona debe recordar el propósito por el que tomó la decisión. Es importante equilibrar entre lo positivo y negativo, no quedarse en la condición negativa de no estar cerca.

Enfocarse en repetir que «esto va a cambiar. Tenemos que proyectarnos y pensar en que esto sí va a cambiar y podré volver a estar con mi familia». Martín recomendó que las personas que se encuentran fuera del país, mantengan la comunicación y cercanía con sus familiares y amigos.
Señaló que cuando hace sesiones en grupos o entrevistas a profundidad, siempre hay una oportunidad para mostrar un lado positivo como un chiste o broma. «Eso nos muestra que el venezolano a pesar de tener emociones negativas, él va a pasar por un proceso de reconexión con sus emociones y de alguna manera buscar lo que lo hace sentir bien».
«Debemos identificar cuales son los momentos que nos hacen felices y que pueda impactar en las etapas de nuestra vida», concluyó.