La apicultura en Venezuela, una valiosa labor decadente
A propósito del Día Mundial de las Abejas, les hablamos sobre el desarrollo de la apicultura en Venezuela de la mano del Dr. Raúl Casanova. El especialista referencia en el área nos contó su experiencia dentro de este valioso rubro, cómo se desarrolla a nivel nacional, cifras, datos e información que usted debe conocer.
El experto es rector de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. Además del importante cargo que desempeña es un hombre involucrado completamente en el estudio de la apicultura, actividad dedicada a la crianza de las abejas y a prestarles los cuidados necesarios para obtener y consumir los productos que son capaces de elaborar y recolectar, como la miel.
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Su experiencia en la apicultura
Casanova-Ostos pertenece a la Asociación de Apicultores del estado Táchira. Y está vinculado a la producción apícola desde su adolescencia, donde comenzó su afinidad por las abejas. Continuó posteriormente en sus estudios universitarios, los que recuerda con gratitud y respeto por quien fuera su maestro en esta materia, mientras estudiaba zootecnia, área en la que se doctoró en España.

Vivió el ingreso de la abeja africanizada a Venezuela hacia 1979, y en 1982 se convirtió en profesor de la cátedra de apicultura en la UNET. Con una sola misión desde entonces y es poder desarrollar y fomentar este rubro para que pueda competir con los otros sectores agrícolas del país, desde su cargo en la universidad y su trabajo investigativo, que le ha llevado a escribir tres libros, artículos publicados por revistas científicas internacionales y participar en siete congresos internacionales de apicultura.
Datos del desarrollo apícola en Venezuela
Su experiencia profesional, le permite hablar con toda propiedad sobre esta materia en el país, por lo que compartió con Todos Ahora, información de gran valor, que incluso es un llamado a la reflexión. Expresó que en Venezuela la producción de miel que se genera no es suficiente para cubrir la demanda nacional; estimo que existen entre 2.500 a 2.800 apicultores en todo el país, con un total de 10.000 a 15.000 colmenas productivas aproximadamente.

De tal manera que el consumo per capita de miel, según sus estudios no alcanza los 20 gramos por habitante al año, diferencia significativa respecto a los países desarrollados como Canadá, donde se tiene un consumo de 4 a 5 kilos por habitante al año. Indicador importante que da cuenta del desarrollo de los pueblos.
En el país, la mayor producción apícola se concentra en la región centro occidental, en los estados Anzoátegui, Guárico, Yaracuy, Portuguesa, Lara y norte del estado Bolívar. Aunque también, pero en menor medida en los estados andinos. La producción en general es de 14 a 15 kilos de miel por colmena al año, un numero también muy bajo, cuando otros países del mundo generan en promedio de 150 kilos de miel por colmena al año.
Por otro lado, en Venezuela se cuenta principalmente con abejas africanizadas, no hay mejoramiento genético propio; no hay centros de criaderos de abejas reinas, que es uno de los rubros principales para generar una apicultura desarrollada. Tampoco empresas nacionales dedicadas a la comercialización de la miel, la mayoría se vende al menudeo. Ya que el comercio nacional de miel es principalmente el importado de países como China, quienes son los principales productores mundiales de miel; pero también quienes irónicamente generan la miel más falsificada, alterada y contaminada.
Un poco más de la apicultura
El Dr. Casanova-Ostos comentó, además que no se tienen productos para combatir las patologías o enfermedades propias que atacan a las abejas como especie, por lo que se hace uso de pesticidas propios de la ganadería u otros que decantan de la experiencia y el oficio.
En el ámbito organizativo y legal, expresó que no hay una estructura central que genere políticas y controles en la producción apícola en el país; se intentó en varias oportunidades crear federaciones, pero resultó un fracaso por la cantidad de intereses encontrados. Y no se cuenta con una legislación nacional, que regule el ejercicio y producción, solo existe en todo el país la ordenanza que el Dr. Creo y se aprobó para la ciudad de Abejales “la ordenanza para el control de la apicultura en el municipio Libertador, en la ciudad de abejales”, municipio cuyo símbolo es la abeja, que recuerda su protección y conservación.
Este escenario que nos permitió conocer el Dr. Casanova-Ostos no es alentador. Principalmente porque a nivel mundial se exige la preservación y protección de la abeja como especie y las buenas prácticas en el ejercicio de la apicultura. Sin embargo, su pasión y orgullo al referirse a ésta da cuenta de las posibilidades reales que existen en el país de concientizar e invertir en tan importante sector de la agricultura.

Nunca es tarde cuando existe una causa común y justificada ,paraclntiribuir con la protección del medio ambiente y en este caso de un elemento fundamental para la supervivencia de la raza humana.
Me sumo a este esfuerzo de promover ma Apicultura como un aporte al desarrollo del País y su seguridad alimentaria
buenas tardes
Hay un panal de abejas grande en el edificio donde resido y mer gustaria saber si hay la posibilidad de un experto que pueda remover dicho panal sin dañas a las abejas.
Gracias
Nelson Martinez
nelsonviajes@gmail.com
Buenas tardes, mi nombre Francisco Chacón, oriundo de la Fría, Edo Táchira, dónde aprendí del manejo de la apicultura hace más de 30 años, aún mi padre conserva un pequeño apiario y ya hace 9 años llevo uno en la zona del Edo. Miranda, Salmerón específicamente, solo contamos aquí con 15 colmenas, estamos en aras de crecer…