
Redacción: Todos Ahora
Caracas- Este viernes, 28 de junio, la Organización de Estados Americanos (OEA) presentó un informe en su 49 Asamblea General que habla sobre la crisis que enfrenta Venezuela y como esta se ve reflejada en las 5.000 personas que a diario intentan huir del país.
Se estima que son 5,5 millones de venezolanos que habrán migrado para finales del año y se prevé que esta cifra siga en aumento, para el año próximo, hasta alcanzar los ocho millones de personas, de no solucionarse la coyuntura presente en el país caribeño, la cual señaló el dirigente político venezolano David Smolansky, es una crisis sin precedentes en la región sin estar la nación afrontando una situación de conflicto armado o desastre natural.
El documento presentado el pasado mayo en Washington, “Informe del Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos para abordar la crisis de migrantes y refugiados venezolanos en la región”, indicó que entre los factores determinante de la migración se encuentran el colapso económico; la violación sistemática y generalizada de los derechos humanos; la crisis humanitaria; las reiteradas fallas en el suministro de servicios básicos y la violencia generalizada, que se ha cobrado la vida de más de 130.000 personas en los últimos cinco años.
“En Venezuela, ni la violencia ni el uso abusivo de la fuerza ha sido algo que Maduro haya podido resolver. Año tras año las cifras de homicidios aumentan y no hay una actuación rápida que brinde justicia a las víctimas”, señala el informe.
El informe cita datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que indican que al menos cuatro millones de venezolanos han migrado del país lo cual representa el 13% de la población total.
El Grupo de Trabajo sobre Migrantes Venezolanos de la OEA solicitó que se les asigne a los migrantes venezolanos el estatus de “refugiados” y que se cree una “tarjeta de identidad regional” que les permita movilidad por el conteniente de manera segura, “Definir a los venezolanos que huyen de su país como refugiados les garantizará protección permanente con derecho a la identidad, acceso a servicios como la salud y educación, así como la oportunidad de insertarse en los mercados laborales”, indica el documento.
Por su parte, el coordinador del Grupo de Trabajo, Smolansky insistió, a modo de recomendación, que los países receptores de esta oleada de personas, no ejecuten deportaciones a “venezolanos que lleguen en condiciones vulnerables, sin antecedentes penales ni haber cometido delitos en los países receptores”.