Al iniciar la cuarentena Yelitza Medina, de 47 años y profesora de un liceo público ubicado en la zona rural del estado Anzoátegui, no sabía exactamente qué iba a pasar con sus “muchachos”, al llegar la pandemia. La docente, que está próxima a recibir su jubilación. Para Todos Ahora contó que tiene sus tres títulos guardados en su closet y dice que quedaron para el recuerdo.
Cuando decidió hacer su primer posgrado invirtió todos sus ahorros, con la ilusión de poder ser una mejor profesora. Además de tener un estatus que todo profesional desea, luego de tanto esfuerzo.
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“Mi posgrado lo hice en la universidad Católica Andrés Bello. Viajar desde Puerto Las Cruz hasta Caracas todos los fines de semana era un gran sacrificio. Además de ser madre soltera, tenía que cuidar a mi madre que estaba enferma, hacía de todo para no faltar a clases”, dijo.
Profesiones de Medina arruinadas
Esta educadora destaca que, actualmente está viviendo la peor época de su vida. Cuando los 15 y 30 de cada mes, ve en su cuenta un depósito de 650.000 bolívares. Lo que solo le alcanza para comprar harina de maíz y huevo.
Sus dos hijos emigraron a distintos países para poder ayudarla y tener una mejor vida. Su aspecto físico está deteriorado por no poder mantenerse como solía hacerlo antes, ir a la peluquería o comparar ropa o zapatos nuevos.
“Nadie sabe que tengo esos tres títulos, porque de nada sirven. Pareciera que el tiempo invertido, el dinero y las ganas de dar lo mejor te las arrebataron. Yo amo a mis estudiantes, los quiero porque son jóvenes humildes, que a pesar de su precariedad y entorno violento, todavía van al liceo a ver clases. Pero yo también padezco en silencio”, lamentó Medina.
Educar a distancia en un país colapsado
Para esta profesora, lo peor de este año es el vacío de conocimiento que quedará en los nuevos “bachilleres” de la República. Admite que estos jóvenes no están capacitados para graduarse y mucho menos pasar de año. Todo se hace escrito y con temas obsoletos, como la protección del medio ambiente, las plantas y muchas cosas que te dan en primaria.
A esta profesional, le ha tocado corregir entre 40 y 70 informes diarios de los tres cursos a los que le da física, química, matemática e historia. Todos los trabajos son de temas superficiales que no dejaran nada al estudiante.
Muchos de estos trabajos son hechos por sus padres, y representantes, y no es un secreto para nadie que desde hace varios años los estudiantes de las instituciones públicas tienen facilidades para no ir a reparar materias.
“En este tiempo de pandemia, todas las materias prácticas se quedaron en el olvido, y es una agonía ver que un joven de quinto año haga un informe escrito de los tipos de suelo, cuando debería estar viendo lo que corresponde”, enfatizó Medina.
Esta profesora, es una de las tantas historias detrás de muchos venezolanos, que se han esforzado por formarse de la mejor manera para tener acceso a una mejor calidad de vida, pero todo esto lo han dejado en el pasado y para sobrevivir deben depender de familiares en el exterior, vender algo desde sus casas o simplemente comerse un plato de arroz con mantequilla al día, la mayoría no tiene edad para ser admitido en algún otro trabajo y su realidad no es como lagun dia la imaginaron.
Es lamentable que la pandemia acabara con lo poco que quedaba en Venezuela, no solamente.los.profesionsles de la educacion todos los empleados públicos están ganando el sueldo mínimo, tengas los títulos que tengas .