Violaciones de DDHH en la ficción como en la realidad: un contraste de Defiende Venezuela

La organización Defiende Venezuela, promueve la concienciación ciudadana sobre los derechos humanos mostrando cómo la violación de estos, es una situación que cobra vida en la realidad como en la ficción.

Basados en la serie de Netflix, «La casa de papel», la ONG logró ejemplificar a través de una estrategia comunicacional en sus redes sociales, algunos casos de violaciones de derechos humanos como: torturas por parte de funcionarios policiales, tratos crueles, degradantes e inhumanos, detenciones arbitrarias, desapariciones forzosas, entre otros. Ejemplos que son traspolables al caso venezolano.

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El contraste plasmado a través de la estrategia comunicacional de la organización, es un reflejo de lo que hoy en día se vive en Venezuela. Razón por la cual el país se ha convertido en foco internacional.

Por esta razón y por la crisis humanitaria compleja que vive Venezuela, organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o el Grupo de Lima, entre otros, se han avocado en reiteradas oportunidades en rechazo a estos escenarios. Además, de interceder y abogar porque se restablezca la democracia nacional.

¿Son aplicables los ejemplos al caso de Venezuela?

Las violaciones de derechos humanos en Venezuela es un tema en el que se puede profundizar, pues los casos al respecto son muchos.

Cada uno de los ejemplos reflejados por la ONG con respecto a «La casa de papel», tienen su realidad en Venezuela.

Referidos a casos de tortura, el del capitán Rafael Acosta Arévalo, fue uno de los casos más impactantes en el país.

El capítan de Corbeta fue secuestrado por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y acusado de ser parte de un presunto plan de magnicidio en contra de Nicolás Maduro.

Luego de su desapirición forsoza, lo presentado en tribunales en una silla de ruedas, sin poder hablar ni ponerse de pie, y con evidentes signos de torturas, según lo informó su abogado Alonso Medina Roa.

El director de actuación procesal del Ministerio Público en el exilio, Zair Mundaray, filtró hallazgos médicos según los cuales, Acosta Arévalo tenía 16 costillas fracturadas, igual el tabique nasal y un pie. Tenía excoriaciones en hombros, codos y rodillas, hematomas en los abductores, lesiones similares a latigazos en la espalda, y signos de pequeñas quemaduras en ambos pies, que se presumen de electrocución.

Asimismo, en la realidad de Venezuela se evidencian detenciones arbitrarias que contabilizaron 989 presos políticos hasta el mes de febrero, de acuerdo con cifras del Foro Penal. Entre sus víctimas se encuentra el diputado Juan Requesens quien también fue acusado por el presunto magnicidio.

Por su parte, los medios de comunicación no escapan de la represión y censura. Los periodistas venezolanos son víctimas de agresiones físicas, persecuciones, robo de equipos, amenazas y más, al ejercer su derecho a informar y defender la libertad de expresión. Sin embargo, estos siguen luchando porque la noticia sea un derecho de todos.

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