Escasez de efectivo en Bolívar: Un caos para el estudiante universitario

Según la Asamblea Nacional la inflación en enero de 2018 fue de 84,2%. Para ese mismo mes, la firma Ecoanalítica calcula 90,6%. Si se mantienen estos ritmos, se duplicarán los precios cada 32 a 34 días.

Horas en las colas de los bancos para sacar efectivo de cajeros, dinero que no compran ni un café pequeño. La falta de efectivo en Venezuela complica las transacciones cotidianas. Sobre todo a los estudiantes universitarios que deben padecer constantemente en el caos cotidiano de no poder tener efectivo para poder ir a sus clases.

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Desesperación por llegar a clases

Enmanuel Navarro, estudiante de Economía se ha visto en la obligación de pagar cuatro autobuses diarios para llegar a la institución. Por otro lado,  trata de economizar el poco efectivo que tiene. También enfatizó que la escasez de la gasolina trae como consecuencia la circulación del efectivo. 

«El estudiante se ha visto obligado a economizar más su dinero y el que no lo hacia, ahora lo hace. Muchos por las largas colas de gasolina se ven en la obligación de utilizar medio de transporte público», dijo.

El pasaje en autobús cuando es ruta larga cobran 10.000 bolívares, y la ruta corta tiene un valor de 5.000 bolívares. Y sumado a esto, hay jóvenes que deben tomar cuatro transportes diarios.

La desesperación es cada ves mas tensa, además hay bancos que solo te dan por día 20.000 mil bolívares.

¿Qué hacen los jóvenes ante escasez de efectivo? 

«El banco que tengo es el Banco Nacional de Crédito ( BNC) y solo da 20.000 bolívares por taquilla, cuando tiene, sino dan billetes de 200 que aunque esté en vigencia nadie lo recibe ya que se devaluó y se dificulta para trasladarme», expresó.

Algunos dueños de estos transportes, no han querido aceptar algunos billetes que aún estaban en circulación oficial, y los jóvenes han tenido que pedir cola porque no cuentan con los billetes que los colectores le exigen al momento de abordar.

«A veces he regateado con los colectores para que me dejen montar. He tenido que pedir la cola para llegar hasta la universidad», comentó Ruth estudiante de Comunicación Social.

Pese a la amarga situación los estudiantes han tenido que pedir cola para llegar a sus casas, también aprendieron a no quejarse, y agradecer.

«He aprendido a no quejarme y estar siempre agradecida, si me dan la cola», agregó.

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