Todos Ahora obtuvo de primera mano el testimonio de una docente tachirense, quién comentó cuáles han sido las dificultades en esta cuarentena.
Ella es Oriana Castellanos, docente un colegio privado y personal administrativo de la UPEL-Rubio. Mencionó que en la institución siguieron los lineamientos emanados por la zona educativa, sin embargo se dificulta bastante por la falla de electricidad e internet. “Muchos representantes no cuentan con teléfonos inteligentes y es por allí donde se pasa toda la información”, precisó.
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Como docente
Además expresó que la electricidad es lo que más afecta “la prosecución del año escolar”. Aunado a ello señaló que los niños están bastantes desmotivados y no quieren trabajar en casa, “solo anhelan regresar a clases”
De igual manera mencionó que semanalmente se realiza una guía pedagógica, con todas las estrategias y recursos didácticos para mantener a los niños motivados, “pero ha sido difícil por estas fallas eléctricas”.
En cuanto a trabajador público
Trabaja como personal administrativo en la UPEL, “mi sueldo quincenal es de 432 mil bolívares. ¿Qué puedo comprar con eso?, bueno si compro un kilo de carne no compro arroz, harina, azúcar, el sueldo no alcanza para nada”.
Asimismo señaló que desde hace tiempo el régimen tiene asfixiada a las universidades públicas, no se cuenta con una contratación colectiva acorde y no hay sueldos dignos “muchas veces se ha manifestado exigiendo nuestros derechos y no somos escuchados”.
¿Qué exige?
“Mi queja al gobierno nacional es la remuneración de un salario digno para todos aquellos trabajadores que día a día siguen en esta tierra, luchando y creyendo en un cambio. Ya no es algo político, sino por humanidad y tranquilidad” finalizó.
Este es el descontento de todos los docentes y trabajadores públicos venezolanos que anhelan contar con un sueldo digno.