El viernes 13 de marzo, el régimen de Nicolás Maduro decretó en Venezuela el inicio de la cuarentena luego de conocerse los primeros casos de contagio por la COVID-19. Los venezolanos empezaron a sentir miedo, zozobra, preocupación, esto sumado a la crisis diaria que se vive en el país.
Los anaqueles en las farmacias empezaron a quedar vacíos, y los productos más necesario para atacar una pandemia, desaparecieron. Alcohol, toallas húmedas, tapabocas y guantes eran los recursos más buscados en los primeros días de confinamiento.
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Primeros días de confinamiento
Muchos de los venezolanos empezaron a trabajar desde casa, otros solo cumplían el confinamiento cuidando de los suyos. Niños en casa, calles vacías, pocos negocios abiertos y ausencia de carros, fue el inicio del aislamiento.
Las personas empezaron a estudiar sobre las maneras de evitar contagiarse y poco a poco se podía observar que los ciudadanos acataban las normas sin dejar de lado las preocupaciones económicas. ¿Venezuela estaba preparada para más días de cuarentena?
El régimen implementó que solo las personas del sector salud, alimentación, seguridad y prensa, tenían el permiso de salir portando su respectivo carnet laboral para hacer uso del transporte público. Sin embargo, con el pasar de los días, se veían los cambios en las calles de la capital.
¿Se esta cumpliendo la cuarentena en Caracas?
Venezuela lleva 72 días de cuarentena y el panorama es totalmente distinto. El equipo de Todos Ahora realizó un recorrido por Caracas donde se pudo evidenciar que los ciudadanos están en las calles buscando el sustento. El Metro de Caracas cada día moviliza a más usuarios, muchos de ellos con sus tapabocas y guantes, tratan de retomar su vida de manera normal por un único motivo, «buscar dinero para la comida».
Para ingresar al sistema metro, las personas deben mostrar su carnet laboral, y a pesar de que en las entradas de las estaciones no hay mucha afluencia de usuarios, al momento de abordar el tren, todo cambia. Se pudo observar que los trenes llegan a las estaciones con muchas personas, todos los asientos ocupados y una gran cantidad de pie.
A pesar de que el metro matiene 10 de sus estaciones cerradas, con tapabocas, pañoletas y guantes, los ciudadanos hacen uso del sistema. Algunos vendedores ambulantes también aprovechan la oportunidad de generar dinero.
Las camionetas de pasajeros no escapan de esta realidad. Un pasaje puede alcanzar los Bs. 10.000 y hasta Bs. 15.000. Las colas para abordar las camionetas no son la excepción. Un usuario comentó «es preferible morir de coronavirus y no de hambre» mientras esperaba una camioneta para Antímano.
La misma «normalidad» se puede ver en los mercados de la ciudad, donde la aglomeración de personas no parece ser impedimento para que se realicen las compran diarias. No solo los negocios de comida ya están abiertos, también los comerciantes con diversas mercancías levantaron las santamarias para generar sus ingresos.
Las personas caminan por las calles como cualquier día habitual en la capital. Trabajadores ambulantes, tiendas de ropa y algunos kioscos se mantienen abiertos al público.
Por otra parte, están los que pasan días y hasta noches en largas colas para poder surtir gasolina, y en este sentido, se pierde el aislamiento entre ellos.
Muchos de los venezolanos viven del día a día y no hay cuarentena que los detenga. En un país en crisis las personas no se pueden dar el lujo de quedarse en casa esperando a que todo vuelva a la «normalidad».
El venezolano es trabajador y sale a las calles exponiéndose para poder llevar el pan a casa.
¿Cuánto tiempo durará la cuarentena? mientras los días pasan, cada día son más los venezolanos que salen a las calles combatiendo un virus para buscar su ingreso económico. Y la respuesta a esta pregunta es aún incierta.