Los buhoneros en Caracas siguen tomando las calles aprovechando la época navideña, dejando en evidencia que el sector informal aún no ha sido reubicado de manera definitiva. Con el pasar de los días se multiplican en bulevares y avenidas de la ciudad.
El Cementerio, Catia y parte del centro de Caracas, son las zonas más pobladas por los vendedores informales que buscan la manera de distribuirse para vender su mercancía donde sobresalen los precios en dólares.

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En medio de la multitud de personas que se acumulan en cada uno de los puestos, las ventas pueden convertirse en un foco de contagio, ya que no existe ningún tipo de bioseguridad por parte de los vendedores. A través de un recorrido realizado por NTA, se evidenció que algunos de los trabajadores no poseen tapabocas ni materiales de seguridad que pueda combatir el virus.

Buhoneros en Caracas
Algunos de ellos tienen puestos con toldos y mesas para la comodidad del comprador, sin embargo, está también está el trabajador que solo arregla su puesto con una sábana en el sueldo para mostrar su mercancía. A pesar de que las personas acuden a este sector informal para variar los precios y comparar con otras tiendas, esto se ha convertido en un problema que para algunas personas «es el momento de atacar antes de que se dañen de nuevo los bulevares de la ciudad».

Otra zona que se ha visto poblada nuevamente por los vendedores informales es el bulevar de Sabana Grande, lo que ha llenado de molestia a quienes transitan por esta zona popular de la ciudad. Sin embargo, para el día 2 de diciembre, NTA constató que la Policía Nacional Bolivariana, no permitió que estos trabajadores armaran sus habituales puestos que ya se observaban desde hace varios meses.
La Guardia Nacional Bolivariana también estaba presente en cada esquina del bulevard, lo que dificultó que los buhoneros se instalaran en medio del referido lugar.
Desalojo de buhoneros en Sabana Grande
En el año 2007 Freddy Bernal, el entonces alcalde del municipio Libertador, desalojó a más de 3.000 buhoneros que trabajaban en este punto, obstaculizando el paso y orden de este espacio. Estas personas fueron reubicadas en mercados construidos especialmente para ello. Sin embargo, con el paso de los años, se ha observado que de a poco el sector informal se ha ido apoderando de las calles de la ciudad, lo que molesta a los ciudadanos considerando que es «un problema que se debe evitar».
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