El pasado 4 de Julio se celebró el Día del Arquitecto, una profesión muy importante y fundamental para el desarrollo y modernización de un país. Un
conocimiento antiguo que ha permitido construir grandes obras que demostraron la capacidad de la invención humana.
En conmemoración de esta fecha, el equipo de Todos Ahora en el estado Táchira entrevistó a uno de los más destacados arquitectos de la región.
Henry Matheus, hijo del Táchira y promotor de su desarrollo, contó algunos aspectos importantes de esta profesión que llega a ser primordial en la sociedad.
Ahora es noticia: Día del Arquitecto: ¿A qué se debe esta conmemoración en Venezuela?
¿Qué significa para usted ser arquitecto?
R– Es una manera de ser útil dentro de las profesiones que conocemos. Tiene que ver con el hombre y con su espacio. Tenemos grandes responsabilidades en construir lo que el hombre necesita para su desarrollo. Sin los arquitectos viviríamos en un caos.
Los arquitectos han venido cumpliendo funciones importantes para el desarrollo del Táchira en todos sus aspectos, tanto en lo político, económico y social.
¿Qué representa para usted haber ejercido la arquitectura durante su vida?
R– Toda mi vida he pensado en la arquitectura. Me atrajo desde muy joven hacia este ejercicio profesional y creo que me ha dado inmensas
satisfacciones. Sin embargo, también me ha invadido muchísimo la tristeza al ver lo que se ha venido haciendo. Aquellas personas que tienen responsabilidades político-administrativas ignoran una función tan importante que cumple el arquitecto para que su gestión sea buena.
La mayoría de los proyectos quedan engavetados porque no tienen conocimiento de la importancia de implementarlos. Por eso, todo proyecto debe estar acompañado de un componente como lo es la política así como el aspecto social. Los espectros políticos y sociales deben ser tomados en cuenta como los grandes inspiradores de dichos proyectos.
Arquitectura venezolana en el siglo XX
¿Fue importante nuestra arquitectura durante el siglo pasado?
R– Yo pienso que si lo fue. A través de grandes maestros que tuvimos en el transito del siglo XX.
Uno de los grandes arquitectos, Carlos Raúl Villanueva. Fue considerado como uno de los grandes exponentes de nuestra arquitectura en su época. Desarrolló una serie de grandes proyectos muy bien planteados que fueron considerados como ejemplos mundiales de la arquitectura.
¿Cómo califica el ejercicio de la arquitectura actualmente?
El ejercicio de la arquitectura es sumamente difícil y muy complejo. Tiene una dinámica que obliga a estar permanentemente al día y el ejercicio desde el punto de vista económico y su desarrollo se ha disminuido por las circunstancias que vivimos.
¿Cómo es posible desarrollar la actividad profesional en las actuales condiciones de deterioro económico?
R– El ser humano no se rinde, este crea y se reinventa. El ser humano tiene permanentemente que adaptarse a las circunstancias del momento y a todos los factores que inciden, especialmente en el diseño de la arquitectura hay que reinventarse y adaptarse a las cosas.
Un buen proyecto de arquitectura no significa un proyecto estrambótico, sino sencillamente dar respuesta a las necesidades en lo social y humano que se quieren resolver.
Las propuestas deben ser cónsonas con los momentos que se viven porque la arquitectura es un reflejo de los momentos históricos. Se puede ver la historia de la humanidad a través de esta profesión.
La arquitectura es un reflejo de la historia misma. En ella se pueden determinar los aspectos en el ámbito social, económico y político. Es un reflejo de la época.
¿Qué mensaje le envía y cuál es su consejo para los jóvenes arquitectos de Venezuela?
R-Les invito a investigar y sobre todo a profundizar en la parte humanística de la arquitectura. Siendo un arte mayor y de gran importancia, la arquitectura es un ejercicio de muchísima responsabilidad.
Lamentablemente las personas que toman las decisiones de nivel urbanístico no entienden la importancia de la arquitectura para lograr y brindar la felicidad que se busca con el ejercicio del poder y responsabilidad política.