El comisionado de la NBA Adam Silver, habló el pasado miércoles con un canal de televisión y se mostró esperanzado de salvar parte de la temporada y reanudar los compromisos. Destacando también que trabajan para darle al público algo que ver mientras están en casa.
En su primer objetivo, el baloncesto americano trabaja para darle al público algo que ver, destaca que están evaluando todas las opciones para volver al tabloncillo. Una de las que cobra más fuerza es la de reanudar los partidos a puerta cerrada, y que sean transmitido por la televisión y plataforma digitales.
El problema es que también está en juego la salud de los jugadores, con los últimos casos confirmados de jugadores que dieron positivo por el coronavirus. La idea de regresar a jugar con esta condición se tiene que replantear. ¨Serán los médicos y los funcionarios de salud los que tengan que responder si es seguro jugar», explicó Silver.
Sobre el calendario de reanudación se mostró inseguro, afirmando que no sabe hasta el momento como reprogramar la temporada. Sobre esta idea, El CEO de los Hawks de Atlanta, Steve Koonin, ha planteado que la liga cambie su horario de rotación actual de octubre a junio, a una de diciembre a agosto para evitar la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).
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Los números rojos de la NBA
Los medios locales ya comenzaron a hablar de una pérdida de entre 500 y 1000 millones de dólares entre todos los equipos. Estiman perder en promedio 2 millones de dólares por partido. Incluso, una publicación de TicketIQ demuestra que los Lakers de LeBron James será la franquicia más afectada, con esta situación los Lakers dejaran de ingresar 80 millones de dólares solo en venta de entradas.
El cálculo se realizó en los 263 partidos que quedan pendientes. Los ingresos que dejarían de obtener se referenciaron en derechos de TV, venta de entradas, parkings, patrocinadores, merchandising, entre otros.