Aunque siempre han existido noticias engañosas y falsas rondando los medio de comunicación, el Internet y las nuevas tecnologías han proliferado, sin duda alguna, el fenómeno del desorden digital. En la era de la desinformación, mis información y mal información, es importante entender la diferencia entre estos tres términos.

Desinformación es contenido falso que se crea con la mera intención de causar daño. Mis información sucede cuando la información que se propaga es falsa, pero la persona que lo hace no esta consiente de ello. Mal información es contenido real que se tergiversa de tal manera que causa daño y destruye reputaciones.
Ahora es noticia: La República de los Desaparecidos
De igual forma, hay varios sub términos para identificar los diferentes métodos en los cuales se divulgan y propagan noticias falsas, y a veces ciertas, en las redes sociales con el fin de perjudicar algo o a alguien.
En un país significativamente polarizado no solo en términos de política, sino en muchos otros aspectos, es de suma importancia lograr entender e identificar el desorden digital y como afecta nuestro día a día. Los venezolanos en el país se enfrentan a un sinnúmero de obstáculos que, hasta cierto punto, es entendible. Pues, la mayoría de las personas cree lo primero que ve o escucha a través de cualquier red social.
Lo esencial de entender el desorden digital
Incluso, se puede comprender por qué los ciudadanos no ven o piensan más allá de lo que puedan descubrir en un post de Instagram o una cadena de WhatsApp. Simplemente lo ven, les genera un sentimiento bien sea de resentimiento, sorpresa, o hasta alegría. En muchos de los casos, lo difunden a sus amigos y familiares sin pensarlo dos veces.
Este caso se podría calificar como mis información. La mente del venezolano está constantemente sobresaturada pensando en como sustentarse a sí mismo y a sus familiares, en la inseguridad, el precio del dólar paralelo, el tema de la electricidad y el agua, que tomarse el tiempo de verificar si una noticia es verdadera o no parece insignificante.
Riesgos de compartir información alterada
Sin embargo, ir un paso más allá, aunque no lo parezca, es de suma importancia. Compartir información alterada crea una sociedad llena de ignorancia que carece de las habilidades de diferenciar entre un suceso verdadero o falso. Este tipo de noticias se realizan con propósitos tales como manipular con fines políticos o hasta llegar a apropiarse con victorias ajenas.
Tomando un ejemplo actual, y que generó un gran polémica entre los ciudadanos venezolanos, es el video del subcampeón olímpico Mervin Maldonado, donde se ve que este le dedica su victoria al fallecido Hugo Chávez.
Cabe resaltar que el video lo editaron para encajar en el contexto. Más allá de la clara coacción de parte del gobierno, y luego publicarse en las redes sociales de Nicolás Maduro. Esto con el fin de desacreditar el mérito del deportista y realzar la imagen política del oficialismo.
Comportamiento del público ante el hecho
El público venezolano no dudó en cuestionar al atleta y a su triunfo monumental, sin siquiera, en su mayoría, saber un poco de su historia y de cómo llego a las olimpiadas de Tokyo 2020. Parece tan fácil, y es lo que la sociedad creada por el mismo gobierno nos ha indoctrinado, creer fielmente en una sola versión y ver las cosas desde un solo punto de vista.
No obstante, es nuestro deber como ciudadanos, consumidores y creadores de contenido, de buscar el origen y contexto de noticias que puedan parecer dudosas y pensar dos veces antes de darle clic al botón de compartir. Es vital que cambiemos esta mentalidad de no indagar, de no ser curiosos, de quedarnos con lo que se ve a simple vista, cuál mero propósito es seguir hundiéndonos en un pozo de ignorancia y extremismo.