La juventud, el chavismo y los antivalores
Esta semana se celebró el Día de la Juventud en Venezuela, fecha memorable para reflexionar sobre la difícil situación que viven, las complicaciones, desafíos, inseguridades… La amplia carga social, política, cultural y moral que deben asumir, para hacer frente y sobrevivir al socialismo y sus antivalores.
Toda la sociedad venezolana y sobre todo los jóvenes necesitan actualmente amplias dosis de valores, una explosión emotiva. Para contrarrestar el virus socialista que a llenado su conciencia con la negación de masacres, el maquillaje de cifras, el control del dinero, la falta de producción nacional y el vilipendio al talento. Desmejorando su calidad de vida y disminuyendo el sentimiento de orgullo nacional.
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Los Antivalores Chavistas
En el chavismo han sido desbordantes las muestras de abuso de poder, de falsa moral, de falta de respeto a los derechos fundamentales del hombre; exaltando la mentira, el egoísmo y el resentimiento. Que incluso llego a considerar que los antivalores están en su estructura molecular y ni sus adeptos más filosóficamente esforzados pueden justificar su existencia.
Y aunque tratan de hacer creer que Venezuela es un país potencia; las cifras delatan, avergüenzan y dejan resultados de miseria. Un país con tendencia a ocupar los últimos lugares, en los índices mundiales de libertad económica, seguridad y estado de Derecho no es un territorio productivo y prometedor.
Como se encuentra Venezuela hoy…
En Venezuela la mortalidad infantil aumentó en un 40% en la última década, respecto a la anterior; Caracas la capital lidera los índices de violencia en América Latina; parte de su gentilicio por fácil opción, por obligación o por decisión, saquea, se colea, ofende y se insulta públicamente; han olvidado incluso la utilidad de un rayado peatonal, de un semáforo, el uso racional y consciente de los servicios públicos.
La situación actual es clara, en los últimos 20 años se han desdibujados los límites de la formación ciudadana, los fundamentos que nos caracterizan como sociedad; a la fuerza mediante una ideología absurda y vacía de valores que orienten hacia el progreso. Es por ello que la juventud sumida hoy en este mar de incertidumbre, sólo tiene una certeza firme, y es que con la salida de este régimen, la salida de Nicolás Maduro, la desaparición del sistema socialista; se puede pensar y actuar en función de la construcción de un verdadero país potencia.
Aclaro que no se trata de volver al pasado o hurgar en aquellos ”dorados” para construir un futuro posible; porque aquí hay tantas nuevas ideas, prospectos y proyectos, que seria un error no apostar a las nuevas generaciones que con ideales democráticos y con espíritu libre aún luchan y creen en esta tierra y su gente.
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