La radiografía en contiendas entre clanes, grupos o partidos políticos se caracterizan por la tensión, ella se produce como resultado de la disputa por mantener o conquistar el poder político.
Actualmente dentro del sistema político venezolano se distinguen dos radiografías, grupos claramente identificados: gobierno y oposición.
El primero, siguiendo la doctrina ideológica del Socialismo del Siglo XXI, ansía tener el control absoluto de la sociedad venezolana y el segundo, desea reinstitucionalizar el sistema político venezolano, es decir, incrementar la credibilidad de las instituciones y mejorar los niveles de participación y democracia.
El gobierno posee el dominio de las instituciones, concomitantemente las decisiones del ejecutivo nacional son avaladas sin chistar por el resto de los poderes públicos.
La vigilancia sistemática de los medios de comunicación, ha sido otro factor que le ha servido al gobierno para censurar la información, cerrar medios de comunicación independientes y distraer a la sociedad de los verdaderos problemas que la agobian.
El dominio de la institución castrense constituye un elemento significativo utilizado por el gobierno para mantenerse en el poder, esto a través de prebendas concedidas a actores importantes dentro de esa institución, por ejemplo la designación de generales en puestos importantes de la administracion pública, inclusive llegando a nombrar a un militar como principal responsable de la industria petrolera.
Por su parte, la oposición posee a cientos y millones de ciudadanos que anhelan poder expresarse libremente, gozar de oportunidades para desarrollarse personal, intelectual y profesionalmente.
En este punto es necesario subrayar que, pese al intento del gobierno de arrebatarle la Asamblea Nacional a la oposición, dicha acción ha sido infructuosa, ya que este órgano de poder no es representado por un edificio, curules u oficinas sino por la voluntad de la ciudadanía que se expresó en diciembre del año 2015.
En ese mismo orden de ideas, la oposición cuenta con el respaldo de la comunidad internacional, que ha sido testigo de los atropellos a los DDHH, las irregularidades en los procesos electorales, las persecuciones y represión a la disidencia.
Los organismos internacionales y la mayoría de los países demócratas de occidente no han sido indiferentes ante la crisis política y social que vive Venezuela, es por ello que han reafirmado su respaldo sistemáticamente a la oposición política.
En esta disputa se vislumbra que el gobierno posee un mayor control e influencia dentro del sistema político que la oposición, actualmente está carece de instituciones fácticas dentro del sistema político venezolano, si bien posee a la Asamblea Nacional sus funciones de legislar, controlar al gobierno y desarrollar un Plan País dentro de sus diferentes comisiones esta mermado por las maniobras del gobierno, como la Asamblea Nacional Constituyente y la nueva junta directiva designada el 5 de enero.
Si se toma en cuenta que el poder judicial, ciudadano y electoral están completamente alineados al arbitrio del gobierno; la capacidad de influencia que tiene la oposición en estas instituciones es casi nula, el gobierno controla las instituciones a lo interno de sistema político venezolano.
En la contienda entre el gobierno y la oposición, la comunidad internacional se ha decantado vehementemente por el segundo, esto quiere decir que el gobierno no tiene reconocimiento de los principales países democráticos de occidente.
La OEA, El Grupo de Lima, El Grupo de Contacto Internacional, potencias como USA, Alemania y Gran Bretaña han intentado arrinconar al gobierno para que se repliegue y compita en unas elecciones con amplias garantías, siempre resaltando la legitimidad de la oposición. Ello denota el control y la influencia que tiene la oposición en el sistema internacional.
Actualmente se aprecia una comunidad internacional presionando al gobierno a través de sanciones financieras, cercos diplomáticos e informes acusatorios; mientras que el gobierno trata de surfear las sanciones y sobrevivir en un clima de constante tensión a lo interno del sistema político.
Sobre el gobierno y la oposición aparece una propuesta de elecciones bajo las más idóneas condiciones como fórmula para renovar al poder ejecutivo y al legislativo de esta manera aliviar la crisis política de Venezuela, pero las condiciones del proceso electoral dependerán más de la capacidad de la oposición y la comunidad internacional para mostrar una propuesta atractiva al régimen, que del régimen mismo, puesto que para esté ya existen unas elecciones fijadas que serían las parlamentarias.
Indudablemente habrá elecciones este año, pero ¿y las garantías?
Ahora es noticia: Los estudiantes de la ULA sufren dificultades para llegar a clases