La mejor carta de presentación

¿No les ha pasado que cuando caminan por las calles sienten un tono hostil y poco educado en las personas? ¿Qué los buenos modales y las conductas de cortesía y amabilidad no son aplicables en estos tiempos? 

Buenos modales
Foto: Pixabay

Para los que aún conservarnos ciertos patrones de conducta y respeto, nuestra forma de proceder puede ser etiquetada como errónea.

Cuando utilizamos el transporte público podemos notar nuestras debilidades como seres humanos, la palabra permiso no existe, la caballerosidad desapareció, los buenos días y buenas tardes ya casi no se escuchan. Cederle el asiento a una persona con discapacidad o embarazada parece ser un delito. Cuando solicitas el apoyo de las personas, todos empiezan a presentar dolencias en las articulaciones, tienen problemas de refracción visual, son sordos y mudos y la frase muy célebre del venezolano “toy cansado”. 

Ahora es noticia: Jorge Rodríguez a Josep Borrell: “Aquí no va a venir ninguna Misión de Observación Electoral»

Asimismo, cuando se trata de citas o reuniones; no sabemos respetar el tiempo del otro, llegamos tarde a cualquier convocatoria o reunión, en fin, es una práctica normal en nuestros tiempos. Definitivamente, el ser puntual es una disciplina de pocos.

El ser caballeroso con una dama desde niño, el no tocar a las niñas, eran procesos que se inculcaban a los hombres desde muy pequeños. Hoy en día escuchamos a padres y abuelos decirles a los niños y adolescentes, que si una niña le pega devolverle con la misma acción. Pareciera que esas enseñanzas del respeto hacia los demás, han pasado de moda. Pero la educación nunca pasará de moda y enseñar en valores es la gran tarea.

El abrir la nevera en casa ajena, o entrar en las habitaciones, eran considerados reglas de nuestra buena o mala educación. 

Del mismo modo, pasa con las palabras, se usan para destruir o entristecer. Siempre he mantenido la posición de que antes de hablar piensa, si lo que vas a decir, no suma, entonces lo mejor es callar.

Son muchas fallas que como seres humanos cometemos y se han convertido en una práctica cotidiana. Ofrecemos ayuda esperando algo a cambio, ya no se conversa, sino que gritamos para solicitar algo o para ser escuchados, igualmente, se procede a corregir a las personas en público con el fin de hacerle pasar un mal momento. Nuestra vida se ha tornado cada vez más violenta, indiferente y menos agradable.

¿Cuál es la mejor carta de presentación?

Qué fácil, es decir, perdón, gracias, por favor, me equivoqué, a la orden… ¡Qué nos ha pasado! Y en que estamos fallando. ¿Los responsables? Muchos o todos en su conjunto: la familia, los países, los cambios tecnológicos, la situación económica, el tipo de música, la llamada era digital, la frivolidad y los vicios han hecho su efecto en lo que hoy somos como sociedad y como país. 

Tampoco podemos atribuir a ciertas zonas, condición social o status, nuestros modales o educación. Cuantas veces hemos evidenciado como un muchacho que vive en una zona popular es más amable que otro de cierta posición social. 

Ningún ser humano es perfecto, tenemos limitaciones y es normal fallar, pero eso no implica que nuestro proceder sea contrario a las normas, y que faltarle el respeto a un tercero, o ser imprudente en los hechos o con las palabras sea justificable.

La idea no es tampoco ser perfeccionistas u obsesivos, ni que las personas sean iguales a aquellos que deciden conservar ciertos modos de pensar y de actuar frente a nosotros mismos y frente a los demás. 

Debemos madurar y pensar en el otro, debemos ser humildes y reales, aprender de nuestros errores y actuar con discernimiento y criterio ante la vida. 

Los niños aprenden desde pequeños a distinguir que conductas son aceptables y cuáles no. ¿Entonces la pregunta que no hacemos que cambió en nuestro crecimiento o desarrollo? Debemos aprender a respetar, a comprometernos ante la vida, así como la falta de prudencia en nuestras acciones con la sociedad nos tiene que hacer reflexionar y analizar si son éticos nuestros comportamientos.

Los buenos modales, la educación y los valores deben mantenerse. Seamos la mejor carta de presentación….

Por. Madeleine Martins Da Silva 

Para conocer las noticias del momento síguenos en nuestra cuenta en Twitter @nta_vzla, Instagram, Facebook y nuestros grupos de WhatsApp.

Síguenos
Suscríbete a nuestro
grupo de whatsapp

7 Responses

  1. La verdad es que en este mundo actual se ha perdido todo el respectó, la educación. Familiar o base de familia ya no existe y por tal motivo la gente no se respecta. Para que el mundo pueda seguir en amor debemos de retornar las bases familiares, implantó de nuevos las normas que existían antes en las familias.

  2. Valoro este tipo de artículos sobre todo en una sociedad cada vez mas decadente. Tiene mucha razón seamos la mejor carta de presentación

  3. Sin palabras. Tenia tiempo.sin leer este tipo de articulos. El resto de los articulos son politica, cocina, tecnologia, etc. Pero no hay mada que inculque valores como este

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2
0

También te puede gustar